Desde hace semanas, no hay día que amanezca sin un nuevo partido de baloncesto suspendido a causa del coronavirus. Hasta 44 en las últimas semanas entre Liga Endesa y Euroliga. La pandemia ha golpeado con fuerza al deporte de la canasta, que al contar con plantillas más reducidas se está viendo obligado a aplazar sus encuentros en cuanto aparecen tres o cuatros positivos en sus vestuarios. Esto ha provocado el atasco en un calendario ya de por sí cargado, que amenaza con convertir enero en una maratón de encuentros. Atracón de baloncesto, con el consiguiente enfado de los jugadores, obligados a multiplicar sus esfuerzos para retomar el ritmo normal de la competición, y también de los aficionados, que ya no saben qué día ni qué competición disputa su equipo.
La ACBcomunicaba ayer que se cancelaba la disputa de dos de esos encuentros aplazados –previstos para esta semana– por culpa de un nuevo brote en el UCAM Murcia y, al mismo tiempo, anunciaba las nuevas fechas de casi todos los encuentros pendientes de la primera vuelta, entre ellos el clásico, que, si nada cambia, Ante la imposibilidad de dar cabida a todos los encuentros antes del 30 de enero, fecha límite para decidir los participantes en la fase final de la Copa del Rey (que deben ser los ocho mejor clasificados de la primera vuelta), la ACB buscó ayer una solución de emergencia. La Liga optó por colocar los partidos de la jornada 16 (la más afectada por la ola de contagios) en el lugar de la 19, que pasará a jugarse entre el 12 y el 14 de abril, solucionando así buena parte de sus problemas de calendario.