Luka Doncic compareció ante los medios de comunicación tras el último partido de los Mavericks, el que perdieron ante los Spurs por 117-138 y confirmó el bochornoso final de temporada del equipo, que se ha quedado fuera del play-in tras renunciar a competir en los dos encuentros que cerraron el curso. El base esloveno quiso cortar de raíz las especulaciones sobre su futuro en Dallas: «Estoy feliz aquí, así que no hay nada de qué preocuparse».
«Algo tiene que cambiar, seguro. El año pasado fuimos a la final del Oeste. Nos divertíamos. Siempre hablo de la química que teníamos. Fue genial. Pero algo tiene que cambiar», advirtió el jugador esloveno, que espera compartir vestuario con Irving la próxima campaña: «Creo que encaja muy bien. Obviamente, la gente verá los resultados y dirá que no, pero la química y las relaciones llevan tiempo. Ojalá pueda estar aquí». En los partidos que compartieron el balance fue de 5-11, el peor porcentaje de victorias (31,3%) para dos compañeros All Star desde la fusión ABA-NBA en 1976.
El propietario de los Mavs, Mark Cuban, ya dijo recientemente que tenían que asegurarse la lealtad de su estrella. «Le gustaría estar aquí toda su carrera, pero tenemos que ganarnos eso. Los jugadores no acostumbran a estar 17 años en la misma franquicia», afirmó consciente de que han de moverse en el mercado este verano para reforzar el equipo y satisfacer las aspiraciones de Doncic de estar en la lucha por el anillo.