El arranque fue Riachuelo quien impuso las condiciones, ya que sorprendió con un rápido 10-0 aprovechando las pérdidas de su rival y con Mosley en gran nivel ofensivo. Por su parte, Instituto logró un 7-0, con 5 puntos consecutivos de Luciano González y emparejo el tanteador. Desde ahí, con un buen ingreso de Nicolas Copello y una racha anotadora de Mateo Chiarini, la gloria manejo los hilos y terminó el primer cuarto arriba 27-19. Los últimos diez minutos fueron de alto vuelo. Nicolás Copello y González tiraron del plantel glorioso, que promediando la mitad del parcial volvió a 14 (79-65), pero el Eterno no cedió y con Mosley a la cabeza descontaron para ponerse a tan solo dos posesiones largas: 80-86 a falta de 2.47 para el cierre. Sobre el final, Copello liquidó las acciones con un triple para levantar al público de la Gloria que no paró de cantar.
El inicio en el Socios Fundadores fue más que positivo para el Mens sana porque en casi tres minutos de juego sacó un parcial de 11 a 3, incomodando desde temprano al Tachero. Quedando 05.38 para el cierre, Gregorio Martínez solicitó tiempo muerto notando las vulnerabilidades defensivas de sus dirigidos para estar por nueve abajo nuevamente. En el regreso, la visita se acercó en el electrónico a solo dos puntos y Martín Villagrán aprovechó para pedir minuto técnico con 01.57 en juego. En conclusión, el primer parcial fue para Gimnasia que con autoridad quedó 29 a 24.
Tras el receso, Gimnasia no necesitó mucho para sacar 13 de diferencia, la máxima de la noche hasta ese momento, y dejar al Tachero con serias dificultades. Faltando 02.57 para el final de la tercera parte, Martínez pidió tiempo muerto ante la caída de su equipo por 12 unidades, mentalizado en igualar el acercarse lo más posible. En conclusión, el conjunto patagónico fue nuevamente mejor y quedó 80 a 68 arriba
Sin margen para el error Atenas arrancó con más actitud, sumado al aliento del público presente, sin embargo, le costó plasmarlo en el tanteador. Pasados los primeros cuatro minutos apenas estaban 4 a 3. Máximo Araujo que entró de titular le dio más dinámica al ataque, aunque la pelota no logró entrar, así el Griego perdió varias chances de estirar, mientras que San Lorenzo, sin mucho, pudo mantenerse en juego. Los últimos tres minutos y medio fueron lo mejor del local, parcial de 9-2 para escaparse un poquito. Facundo Rotemberg, de la visita, cerró el cuarto con un triple y el marcador fue 15 a 12.
El Ciclón comenzó a soplar y pudo limar la distancia. Llegó a ponerse a 9 (59-50) y alimentó los miedos. Pese a ello, Atenas soportó el envión del rival, ganó y está con vida. El próximo jueves habrá otra chance de igualar y llevar la serie a un quinto y definitivo partido en Buenos Aires.