okic jugó un partido fabuloso, Gordon fue su aliado perfecto y los Nuggets derrotaron a Miami 108-95 para ponerse 3-1 y match point en las finales NBA.
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La esperanza de Miami tras revertir un 11-18 en un 21-20 con un triple de Butler al final del primer cuarto, volvió a alimentar esa idea de hazaña que está en el aire desde que empezó esta serie, pero Denver se la pulverizó en el segundo período, con Gordon jugando 12 minutos de película, aprovechando todas las ventajas físicas que Miami le propuso, metiendo 15 puntos y llevando a Denver a una máxima de 9. Jokic se puso más en tirador, clavando 2 triples y obligando a sus defensores a ir a defenderlo lejos (dándole espacio a Gordon), y aunque Murray no entró en el circuito ofensivo como en el Juego 3, la diferencia de la visita quedó clara, aunque no suficiente, porque Lowry le dio la pimienta que necesitaba para revertir un estado emocional negativo, metió puntos, habló y logró que Miami no se cayera. De hecho, cerró bien el cuarto, 51-55, pese a comerse 35 puntos en el 2C contra 20 del primero.
Denver le cortó esa sonrisa provisoria a Miami con un excelente arranque de cuarto, entrando Porter en confianza con un par de cortes que le permitieron puntos fáciles, con Jokic volviendo a ser la pesadilla de Adebayo anotándole aunque la defensa fuera excelente, y con Murray intentando meterse más en la ofensiva con su uno contra uno. Rápido sacó la máxima (55-65), Miami tuvo un atisbo de reacción con dos triples seguidos de Love que le dieron cierta esperanza, pero el control total del partido estaba en las manos de un solo señor: Nikola Jokic. El serbio tuvo el juego todo el tiempo en su cabeza. Salvo un error grosero que cometió en el tercer cuarto (un pase cortado por Robinson que terminó en doble), luego siempre hizo la jugada correcta. Un ajedrecista maestro.