BARCELONA 93 – 82 REAL MADRID
En un tremendo ejercicio de fortaleza mental, el Barcelona barrió al Real Madrid en la final de la Liga Endesa (3-0) y evitó una temporada de vacío. Los azulgranas levantan el título tras reponerse primero al varapalo de perder la Euroliga y después al terremoto provocado por la próxima salida del equipo de Nikola Mirotic, anunciada por él mismo el día antes de que comenzara la lucha por el título. Para añadir pimienta al asunto, el ala-pívot fue el MVP de la final.
Los azulgranas se llevaron el título con toda justicia, pues mostraron más recursos, teniendo muchos jugadores a gran nivel en la final. Fueron mejores en los tres encuentros y, exigidos por la necesidad de abrir sus vitrinas, le pusieron más intensidad que su rival. A los blancos, mientras, les faltó energía, más aportación de hombres clave como Musa y Hezonja y quizás algo de hambre después de haber ganado el cetro continental. Su temporada estaba salvada desde mayo.

En sus cuatro temporadas en el Barça fue clave en la conquista de dos Ligas (21 y 23), dos Copas (21 y 22), pero se le resistió la Euroliga, el gran trofeo que aún falta en su palmarés. Y su decepcionante actuación en la última semifinal ante el Madrid (acabó con 3 puntos tras firmar unos pobres 1/3 t2 y 0/7 t3) precipitó los acontecimientos. El calentón en las altas esferas de su club fue monumental y su reacción, tan inmediata como precipitada.