España ganó en la prórroga, a la que llegó enganchándose a la superioridad en el rebote francés después de 40 minutos de una pura batalla con tanta intensidad que incluso dejó exhausto al aficionado que lo vio sentado (o levantado) en su sillón. Fue un partido con mayúsculas, digno de recordar, al igual que esta generación de jugadores que prepara otra revolución en nuestro baloncesto.
Nada tuvo que ver este partido con el jugado en la segunda jornada del Mundial y que España ganó por 19, nada en absoluto. Francia, crecida por su victoria ante EEUU, era otra, mucho más física y con la confianza que da protagonizar la sorpresa del campeonato. España llegaba entre señales de admiración como favorita, pero se encontró con un escenario inédito hasta entonces: el de no dominar un partido.
España no estaba cómoda, ni el equipo ni Izan Almansa con el que colapsaba la defensa francesa cada vez que recibía. Aún así, anotó las dos primeras canastas españolas, pero se le vio poco. Todo lo contrario que Jordi Rodríguez, líder del equipo en los primeros compases.
Francia amenazó dos veces, con un 24-29 y con un 34-39, pero España reaccionó en ambas ocasiones. Primero para llegar al descanso con ventaja, 28-29, y luego para llegar con vida al principio del cuarto periodo, 41-43. El partido se había convertido en una montaña rusa (hubo hasta 18 cambios de liderato en el marcador).
En el tercer cuarto, Francia estableció la máxima del partido, 46-53, lo que provocó una nueva reacción de España liderada en esta ocasión por Baba Miller, autor de 9 de sus 11 puntos en este acto.
Tras Miller, que acabó fuera por faltas, llegó el turno de Rafa Villar, incisivo en las penetraciones y muy seguro en los tiros de media distancia. Su acierto llevó a España a forzar la prórroga gracias a un tiro de Jordi Rodríguez, que se celebró como triple, pero que fue de dos, 63-63.
En el tiempo extra España fue mejor, se acertaron los tiros libres, donde se estuvo fallando toda la noche (17 de 32). Entró más en escena Jordi Rodríguez ya hasta apareció más Almanza, que acabó siendo el MVP del torneo. Un fallo de Ajinca en el triple y un tiro libre de Garuba al final, abrochó un triunfo que no sólo añade un metal más a la cosecha de la FEB, sino que coloca una victoria que puede marcar un antes y después en nuestro baloncesto.
Ficha técnica:
73 – España (19+9+13+22+10): Almansa (14), Miller (11), Garuba (5), Rodríguez (18) y Villar (17) -cinco inicial-,(), Gómez (-), Moreno (-), Nogués (6), Onuetu (-), De Larrea (2) y Langarita (-).
69 – Francia (18+11+14+20+6): Ajinca (21), Risacher (-), Dam Sarr (8), Bouzidi (9) y Perrin (14) -quinteto inicial-, Fischer (7), Le Meut (-), Parmentelot (4), Dzellat-Diakeno (-) y Penda (6).