FENERBAHCE 100 – 99 REAL MADRID

La primera derrota del Real Madrid en la Euroliga llegó de la manera más cruel: en el último segundo de la prórroga, después de ir por delante en el marcador durante 44 minutos y mandar por 14 puntos en el último periodo. El Fenerbahce sólo tuvo dos ventajas en todo el encuentro, ambas en el tiempo extra. La última llegó con una canasta de Madar a falta de seis décimas (100-99). Fue el puñal que rompió la racha de 10-0. Algún día iban a perder los blancos. Lo que pocos imaginaban es que fuera de semejante manera.

De nada sirvió la gran actuación de Campazzo, que lideró la fantástica puesta en escena de su equipo con 16 puntos sin fallo (5/5 de dos y 2/2en triples) en el primer periodo. Por 13 llegaron a ganar los blancos en el amanecer del choque (16-29) con el base anotando tantos puntos en el primer cuarto como el Fenerbahce y sumando ocho créditos más de valoración que todo el rival. Deck acaparaba el rebote (14+8) y Tavares imponía atrás, pero Facu era director de orquesta, solista y hasta acomodador.

Las rotaciones sentaron mejor a los turcos. Madar (17 puntos) empezó a incordiar a Sergio Rodríguez y el único recurso ofensivo eran los alley-oops con Poirier (11+8). Un par de revisiones arbitrales y un sinfín de faltas cortaron el ritmo al Madrid. El Fenerbahce comenzó a crecer con Guduric (21 puntos), Motley y los tiros libres. Los blancos se secaron durante 3:16 y encajaron un parcial de 10-0 (33-35). Chus Mateo hizo volver en jugadas consecutivas a Campazzo, Tavares y Deck. La sequía se cortó con tres contraataques seguidos, pero la evidente superioridad se había quedado reducida a siete puntos al descanso (37-44).

Las mandarinas de Llull le llevan a los 600 triples

Tres triples seguidos de los turcos les colocaron a rebufo (47-48), pero Campazzo encontró el apoyo de un atinado Llull, que llegó a los 600 triples en su carrera en la Euroliga. Algunos, marca de la casa: 3+1, mandarinas sobre la bocina. El Madrid volvió a despegarse y Madar, anticipando lo que vendría después, anotó al límite para dejar el 59-67 al final del tercer cuarto.

Dos canastones de Musa y dos tiros libres de Campazzo fijaron una máxima de 14 para el Madrid: 64-78 a falta de 6:42. El partido parecía encarrilado. Nada de eso. Desde ahí hasta el final del tiempo reglamentario, los blancos ya sólo anotarían una canasta en juego. Wilbekin (19 puntos) lideró un parcial de 8-0 que levantó a los locales. Campazzo, agotado, se tomó un respiro, Tavares sumó dos faltas muy seguidas y fue eliminado, un par de tiros libres se fueron al limbo… Se acumulaban las malas noticias para los blancos.

Un triplazo de Wilbekin fuerza la prórroga

Rudy se entregaba en la defensa a Guduric y aparecía por todas partes, como en un rebote ofensivo clave. Campazzo, ya en pista, anotó una entrada, el único tiro en juego en casi siete minutos. Después sumaría dos tiros libres a falta de 15 segundos para poner el 84-87. Wilbekin igualó con un triplazo para cerrar un parcial de 23-9. Deck falló la última entrada a canasta. Los blancos habían dilapidado 14 puntos. Prórroga.

Por Berutti

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