Se presentaba el Barça-Casademont como una excelente posibilidad de volver a ver a Ricky Rubio jugando en la Liga Endesa, 13 años después de emigrar a la NBA. Pero Roger Grimau decidió dar descanso al base: «Somos 14 jugadores y dos tienen que descansar en cada partido«, explicó el técnico.

Con Ricky en la banda, el Barça acabó arrollando a un Zaragoza que apenas resistió un cuarto (21-16) y que se fue diluyendo a medida que el Barça crecía sobre todo en el tiro de tres y que Willy Hernangómez iba imponiendo su ley en la pintura. El madrileño, inmenso, brilló en el primer cuarto con 10 puntos, y reventó el partido en el tercer acto.

Brizuela ante McFadden.
Brizuela ante McFadden.ACB PHOTO.

El pívot fue el mejor del partido y marcó el camino a su equipo. Al descanso los azulgrana ya ganaban 50-34 y el mayor de los Hernangómez sumaba 12 puntos, 3 rebotes y seis faltas recibidas. Tras el descanso su revital fue aún mayor. Primero ayudado por Brizuela, 11 puntos en el tercer cuarto, y luego por Paulí, 9 tantos en el último cuarto. En ambos actos brilló Willy para acabar con 23 puntos, 14 rebotes, 7 faltas recibidas y 44 de valoración. Fue un día especial del Barça en el triple. El equipo acabó con 14 de 29, un meritorio 48%, pero lo más destacado es que 9 de los 11 jugadores que utilizó Grimau -no jugó Satoransky- lograron al menos uno. Incluso Willy hizo un 1 de 1 y destacó Brizuela con un 4 de 4. El 79-54 al final del tercer cuatro invitaba a pensar que el cuatro periodo sobraba. Fue un realidad un pase para los del Palau que acabaron ganando a su rival por más de 40 puntos de diferencia

GRAN CANARIA 98 – 90 BASKONIA

Dreamland Gran Canaria recupera sensaciones tras el sabor amargo de la Copa del Rey, en la que fue eliminado en cuartos de final, y el paréntesis FIBA, y superó con claridad a un rival directo como el Baskonia (98-80).

El argentino Nico Brussino, con 15 puntos y 5 rebotes, junto con el estadounidense Sylven Landesberg, con otros 15 y 2 rebotes, desactivaron la polivalencia de Miller-Mcintyre -24 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias– y frenaron en seco el caudal ofensivo de Marcus Howard – 5 puntos-, sellando así una victoria que le mantiene cuarto en la tabla, mientras que el conjunto alavés se estanca en la zona media, a dos triunfos de alcanzar los puestos que dan derecho a la segunda fase de la competición.

Tras un buen inicio de Shurna en el perímetro y de Happ en la pintura, el conjunto vitoriano lo compensó en los primeros con el acierto del norteamericano Miller-Mcintyre, que puso en vanguardia a los pupilos de Dusko Ivanovic en el ecuador del cuarto inicial (10-13).

No obstante, el equipo isleño mejoró sus prestaciones ofensivas con la entrada de Sylven Landesberg, que en cuatro minutos enganchó 10 puntos, contrarrestando así el recital de Mcintyre en las filas alavesas. Costello anotó desde la pintura, pero un triple de Salvó permitió al Dreamland anotarse el primer periodo (26-22).

En el segundo asalto, el Baskonia apretó e igualó al máximo el marcador con los puntos de Kotsar y Moneke. Incluso con un tiro libre de Rogkavopoulos, el conjunto vasco volvió a ponerse por delante en el electrónico (30-31), pero una puerta atrás ejecutada por Happ y un mate de Brussino provocaron el primer tiempo de Ivanovic (34-31).

La parada táctica, lejos de romper la inercia de los amarillos, parecía desbocar su ritmo, ya que un triple de Brussino, aderezado con una posterior bandeja de Albicy, estiró la diferencia hasta los 8 puntos (39-31).

Mcintyre siguió atormentando la trinchera insular con su polivalencia -22 puntos en la primera parte-, pero no era suficiente para el Baskonia, que necesitaba sumar activos para la causa. Sin embargo, el Gran Canaria encontraba a Slaughter y Shurna para dar continuidad a Brussino y Landesberg, cerrando el segundo cuarto con una balsámica ventaja (48-39).

En la reanudación se recrudeció el intercambio de golpes, o más bien de triples, con Brussino y Rogkavopoulos entrando en un particular duelo desde la línea de tres. Un choque al que se sumaron Bassas, en el equipo local, y Costello, en la escuadra visitante, para afilar las diferencias (58-52).

Por Berutti

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