(2) Mavericks 101-90 Clippers (1)

Así que los Mavericks, el equipo de Luka Doncic y Kyrie Irving, saben defender. Durante toda la temporada se ha puesto en duda la capacidad del equipo texano atrás por la presencia de sus dos estrellas, cuyas dotes defensivas no son precisamente las mejores. Pero a la hora de a verdad, es atrás donde están marcando diferencias con respecto a los Clippers. Se adelantaron en la serie (2-1) después de ganar 101-90 en el primer partido en Dallas. A base de defensa, dureza e intensidad en un partido bronco.

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Doncic, que dio el susto en el primer cuarto al salir de la pista cojeando y agarrándose la rodilla derecha, lideró a los Mavericks con 22 puntos, 10 rebotes y nueve asistencias, aunque su carta de tiro fue mejorable (7/25 con 3/14 en triples). El base, como en el segundo partido en Los Ángeles se empleó atrás. En el segundo cuarto, después de que James Harden anotara cuatro triples en tres minutos, pidió defenderle. Había anotado 14 puntos en la primera mitad, pero no volvió a hacerlo hasta el último minuto del tercer cuarto.

Westbrook tuvo una noche aciaga en la que no anotó ninguno de sus siete lanzamientos, metió un solo punto y fue expulsado en una noche tensa, con cinco técnicas, una falta flagrante y dos expulsiones. A mitad del último cuarto Westbrook empujó a Doncic después de hacerle una falta. PJ Washington acudió al rifi-rafe. El base de los Clippers y él acabarían expulsados. Uno había cometido una falta flagrante sobre Josh Green y al otro se le había señalado una técnica previa por otro altercado con Terance Mann. Los dos al vestuarios. «Tenemos que canalizar nuestra agresividad de otras maneras. Se está poniendo picante y me gusta, pero tenemos que asegurarnos de que no nos piten técnicas, que no nos expulsen porque todos somos importantes», comentó «, dijo Tyronn Lue, entrenador de los Clippers. «Todos estamos compitiendo por cada centímetro para encontrar una manera de ganar», valoró Jason Kidd, técnico de unos Mavericks que han bajado al fango para dominar la eliminatoria.

(0) Suns 109-126 Timberwolves (3)

Los Suns del ‘big three’, los de Kevin Durant, Devin Booker y Bradley Beal, están al borde del abismo y no parece que vayan a retroceder. Su destino es caer en lo que sería una catástrofe absoluta. Los Timberwolves ganaron también en el primer partido de la eliminatoria en Phoenix y han puesto un 3-0 imposible de levantar. Lo dice la historia y, sobre todo, las sensaciones.

Los tres partidos de la serie se han saldado con victorias de los Wolves por 25, 12 y 17 puntos. Los Suns llegaron a avergonzar a sus aficionados perdiendo hasta por 24 y recibieron abucheos. «Esperan mucho de nosotros y pagan el dinero que tanto les ha costado ganar. Merecen reaccionar como quieran. Nos corresponde a nosotros, como jugadores, usarlo como combustible y, con suerte, nos animará para el próximo partido», deseó Durant. Su equipo no llegó a estar por delante en ningún momento. No hay color ni, salvo milagro, eliminatoria.

Anthony Edwards volvió a ser el referente ofensivo de un equipo que tuvo a seis jugadores en dobles figuras. Él anotó 36 puntos. Además, Minnesota dominó ampliamente los tableros: 28-50. Entre Rudy Gobert (19+14) y Karl-Anthony Towns (18+13) capturaron un rebote menos que todos los Suns. La noche de Jusuf Nurkic, referencia local en la pintura, fue para olvidar, con sólo tres puntos.

Ni con 76 puntos del ‘big-three’

A los de Phoenix no les bastaron las anotaciones de sus estrellas. Beal metió 28, Durant 25 y Booker 23. Sumaron 76 de los 109 puntos de su equipo, pero volvieron a moverse a los impulsos de ese talento que poseen. Nunca han sido un equipo. Enfrente tenían a un grupo coral y compacto que lleva toda la temporada jugando de maravilla y que tiene una de las mejores defensas de la NBA.

Hasta el descanso aún hubo partido (53-59). Después, los Wolves se convirtieron en un ciclón que arrancó todos los cactus de Arizona. Nickeil Alexander-Walker, con cuatro triples en el tercer cuarto, fue quien más sopló en un sonrojante parcial de 20-36 que, a falta del último periodo, dejó el partido sentenciado (73-96). La eliminatoria, también.

Por Berutti

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