El Unicaja se llevó la Basketball Champions League a fe en Belgrado. Los malagueños cocinaron a fuego lento un triunfo al que Tenerife nunca renunció (80-75). Tercer título europeo en la historia del club de Los Guindos a lomos de un juego que fue lo suficientemente sólido para tumbar a una buena versión de Marcelinho Huertas, una vez más. Lección aprendida para los de Ibon Navarro tras lo ocurrido en el Carpena en 2023.
El partido arrancó con el titubeo propio de una final. Los cajistas buscaban sus primeros puntos desde el perímetro y Lenovo Tenerife los encontraba gracias al MVP, Marcelinho Huertas. El cuadro canario se dejaba empatar al ecuador del primer acto con las canastas de Tyson Carter y Alberto Díaz. Las defensas se imponían y los equipos agotaban sus posesiones sin poder lanzar. El ritmo era lento. Kravish anotó de tres tras otro triple de Fitipaldo. La igualdad era la tónica. Los de Ibon Navarro acertaron en la línea de 6,75 para acabar el cuarto con un pequeño acelerón de seis puntos de ventaja, (10-16).
El segundo cuarto siguió manteniendo los nervios y la tensión del primer acto. Los puntos brillaban por su ausencia. Los dos equipos firmaban porcentajes de acierto poco habituales. Kyle Guy intentaba mantener a los suyos cerca, pero el Unicaja era capaz de hacer algo de daño con Kalinoski y Kravish. Los de Vidorreta consiguieron un pequeño parcial de 5-0, pero la barrera de los seis de ventaja malagueña no bajaba. El duelo bonito estaba en la batalla de Alberto Díaz y Huertas. El físico del Unicaja se hacía notar al final del cuarto con Perry y Kalinoski dando once de ventaja a los costasoleños al descanso, (27-38).
Tras la reanudación, Djedovic comenzó a liderar el ataque en la final. El perímetro funcionaba en el equipo de Los Guindos y eso marcaba una clara diferencia con un Lenovo Tenerife algo metido en el fango. Llegó a tener catorce de ventaja el equipo malacitano, pero en ese momento llegó la reacción del Tenerife. Shermadini recortó por dentro, Abromaitis sumó por fuera y en un santiamén el Lenovo se puso a cuatro puntos. Barreiro y Carter frenaron la sangría. El momento de desconexión volvió al lado verde y morado. Huertas y Barreiro repartieron triples y firmaron llegar al último cuarto con las espadas en todo lo alto, (56-62).
El Unicaja volvió a pisar el acelerador en el inicio del último tramo. Tarro de las esencias destapado con un triple de Osetkowski y un alley oop de Sima para hacer volar a los malacitanos. Los de Vidorreta no entregaban la cuchara en ningún momento, Fitipaldo provocaba el tiempo muerto de Ibon Navarro. Le sentó bien al Unicaja y Perry, MVP de la final, firmó cinco puntos consecutivos para devolver el oxígeno a los malagueños. El partido entró en una fase en la que el Unicaja dio opciones a una vida extra a un Tenerife insaciable en la lucha. Abromaitis y Shermadini se empeñaron en llevar el choque a los últimos segundos. Quedan menos de diez cuando Alberto Díaz hizo de tripas corazón para que dos tiros libres suyos dieran el triunfo y la primera BCL de su historia al Unicaja. (75-80)