La épica va en el ADN del baloncesto español. Corre por sus venas, lo hace diferente. España debutó en el torneo olímpico femenino de París 2024 (90-89) con una lección de equipo, de agarrarse al partido y de creer en sus posibilidades. Un triple milagro de Leo Rodríguez envió el partido al tiempo extra, falló su personal para ganar, pero no importó tras una enorme prórroga en la que Megan Gustafson (29 puntos y 8 rebotes) abrochó su gran partido. La Familia ya mira a París.

La victoria tuvo dos protagonistas claras. La canaria Leo Rodríguez, que se empeñó con su acierto (25 puntos, 3/5 T3 y 6/12 T2) en que España no se descolgase ante una China gigante. Por tamaño, propuesta, y por ser la plata mundialista y segunda del Ranking de la FIBA. Y Megan Gustafson, confirmando que es un acierto de la FEB. Despegó hasta los 28, y equilibró al equipo por dentro.España no se desesperó. Conoce su camino y juego, y comenzó a cargar la pintura con una Megan Gustafson imperial. También creció en importancia Mariona Ortiz, al mando de la generación de juego para hacer que España ganase en comodidad en cancha.

Hasta el 33-37 del descanso que reflejó la igualdad. China, uno de los equipos más altos del torneo olímpico, trató de percutir con su físico desbordante. España se agarró a los puntos de Gustafson y Leo Rodríguez para mantener el marcador apretado. Con mismo camino tras la reanudación, pues tras triple de Wang, Rodríguez y Casas neutralizaron los intentos de romper el marcador (37-42, 23′).
Pero no terminó de dar la vuelta al partido. El ritmo se apoderó del partido, y España no clavó su colmillo. De hecho, los triples chinos, de Sun, Huang o Yan, amenazaron con romper el choque (46-55, 27′), pero España consiguió agarrarse al marcador. La respuesta exterior de María Araújo, Gustafson y la lucha que siempre deja ‘La Familia’. El acierto no apareció, sí la garra de un equipo al que tienes que matar varias veces para ganarle.
Aunque el intercambio de golpes no es su hábitat natural. Cosa que el periodo final marcó como pauta inicial. China apostó por lo exterior, Li y Huang. Y España apretó los dientes para que Gustafson mantuviese el ritmo bajo el aro. Sobreviviendo al arreón, regresó la España más coral. Leo Rodríguez abrió el campo y anotó un triple fundamental, y Gustafson dibujó un gancho tremendo que hacía a la selección sacarse otra vida de la manga (65-67, 36′).
España siempre sobrevivve

Con el partido en el límite, España siguió creyendo. Leo Rodríguez metió un aro pasado imposible y sacó un ataque. Pero China, que había mandado todo el partido, siguió percutiendo con la gigante Li. Mantuvo su mando y fue capaz de firmar un 2+1 tras una defensa imposible de Maite Cazorla (67-72, 38′). La canaria, cómo no, mantuvo la calma y tres tiros libres reenganchaban a la selección a la batalla.