El Barça estrenó su casillero de victorias en esta Euroliga y lo hizo donde mejor se maneja, en un Palau que fue un fortín el pasado año (dos derrotas) y que promete repetir esta temporada. Los de Peñarroya se impusieron al Alba Berlín, 88-73 en un partido que tuvieron que trabajar para ganar, sobre todo cuando los alemanes se pusieron por delante 53-54, a falta de 1:47 para el final del tercer cuarto.

A partir de ahí se desencadenó la tormenta Darío sobre el Palau y el Alba no pudo hacer nada por evitar verse arrollado. Entre Brizuela, Satoransky y un buen Abrines tumbaron a los alemanes que, cuando al final quisieron sacar de nuevo la cabeza, se encontraron con Punter.El Alba, que se agarró en todo momento al partido incluso cuando el Barça tuvo 10 puntos de ventaja al principio del cuarto (47-37), sorprendió con un 0-10 de parcial que les dio el mando del marcador por primera vez en el partido, 53-54, y sembró las dudas en el Palau. Esas dudas duraron un suspiro.

En apenas minuto y medio Brizuela, con la ayuda de Abrines y el control del partido de Satoransky, devolvió el 10-0 (63-54) con tres puntos de Abrines y siete consecutivos de Darío, para afrontar con ventaja y un tremendo chute anímico el último cuarto.

Al incio del último acto, siguió el recital del donostiarra con otro triple que firmaba un parcial azulgrana de 15-0 que luego se elevó 18-1 con otro triple más Brizuela. El Alba no pudo contener al vasco que se sentó con 18 puntos en 15 minutos y una tremenda ovación del Palau que había asistido a su exhibición. Había dejado K.O. al Alba.

También se marchó muy aplaudido Satoransky, en su mejor partido en lo que va de temporada. El checo firmó 13 de valoración con 8 asistencias, 5 robos y ¡0 puntos! Tuvo un control absoluto del choque y lo leyó a la perfección sin la necesidad de anotar ni casi tirar, 0 de 1 en tiros de dos.

Al final con el partido casi ganado, el Alba intenó una última reacción que se encargó de cortar por lo sano Kevin Punter con dos triplazos que le llevaron hasta los 14 puntos. Y hubo un homenaje final a Dikembe Mutombo con un tapón de Justin Anderson que cruzó luego la pista con el famoso dedo negando el paso a su rival.

Al Barça de Peñarroya le queda aún trabajo, pero tuvo una buena versión defensiva ante el Alba tras el descanso y demostró que tiene muchas armas en su plantilla. La de este partido tienen nombre y apellido: Darío Brizuela.