MACCABI 79-78 REAL MADRID

Un tiro en suspensión de Saben Lee a 0,1 décimas para el final sentenció al Madrid (79-78), que encadenó su sexta derrota seguida fuera de casa entre Liga y Euroliga. Los blancos siguen sin conocer el triunfo a domicilio, donde volvieron a mostrarse vulnerables, desperdiciando la ventaja de 9 puntos con la que llegó al último cuarto (55-64, min 30). El arranque de partido de los blancos no fue bueno. Los israelíes llevaron la iniciativa gracias a su acierto desde el triple, con Sorkin e incluso Rivero sacando a Tavares hasta la línea de tres para rentabilizar sus tiros (18-13, min 7). El Madrid mantuvo el pulso gracias al gigante caboverdiano y sobre todo a Hezonja, especialmente entonado en el primer acto (9 puntos). Y Llull, con dos triples nada más salir, permitió a su equipo ponerse por delante (21-23, min 10).

Walter Tavares, defendido por Roman Sorkin.
Walter Tavares, defendido por Roman Sorkin.EFE

No le duró mucho esa ventaja a los blancos, que volvieron a incurrir en otro de sus grandes pecados en este inicio de campaña. Mediado el segundo acto, ya habían cedido nueve rebotes bajo su aro, lo que aprovechó el Maccabi para demarrar con dos triples de Saben Lee (33-27, min 15). La ausencia de Ibaka obligó a Mateo a sacar a Sidi Gueye (17 años) para dar un respiro a Tavares. Coincidió en cancha con Hugo González y Rathan-Mayes. Y las prestaciones de su equipo bajaron.

Maxima ventaja israelí (36-29)

Los israelíes establecieron su máxima renta con un parcial 15-6 comandado por un Jokubaitis infalibe (36-29, min 17). El Madrid se remangó por fin en defensa y en ataque apareció Campazzo, el de casi siempre, para echarse a su equipo a la espalda y liderar un demoledor parcial de 0-14 con 12 puntos que devolvieron la sonrisa a los blancos al descanso (36-43, min 18).

Xavier Rathan-Mayes lanza delante de Saben Lee.
Xavier Rathan-Mayes lanza delante de Saben Lee.EFE

Sorkin revitalizó a los israelíes, que volvían a sacar tajada del rebote ofensivo para igualar el choque (49-49, min 27). Pero los blancos dieron un nuevo tirón con triples de Abalde y Hezonja y dos jugadas de 2+1 de Tavares y del propio Abalde (55-64, min 30). Casi todos los intentos del Maccabi por remontar se estrellaron en los brazos del gigante Tavares, omnipresente en la zona.

Edy Tavares tapona el intento de lanzamiento de William Rayman.
Edy Tavares tapona el intento de lanzamiento de William Rayman.EFE

Aun así no se rindieron los de Oded Kattash, que aprovecharon otra laguna ofensiva de los blancos para aferrarse al partido de la mano de Hoard y Lee (62-66, min 34). Mantuvo ese pequeño colchón el Madrid con un arreón de Tavares y tiros libres de Llull y Rathan-Mayes (64-72, min 36).

Hundimiento final del Madrid

Pero por enésima vez le penalizaron los rebotes ofensivos cedidos y entre Jokubaitis y Rivero permitieron soñar a los suyos (77-78, min 37), tras errar un triple Hezonja a 53 segundos del final. Luego Campazzo falló una entrada a 14 segundos y Saben Lee sentenció a 0,1 décimas del final a un Madrid que erró el postrero intento de alley-oop entre Campazzo y Hezonja y sigue sin conocer la victoria a domicilio (6-0).      

OLYMPIACOS 95-74 BARCELONA

El Barça llegó al Pireo como líder de la Euroliga tras ganar a principios de semana en Estambul ante el Efes, algo que los catalanes no pudieron repetir esta vez ante Olympiacos en el peor partido de la temporada donde sucumbieron ante la presión del Estadio de la Paz y la Amistad. 

Y es que el equipo heleno sacó las costuras de un Barça que en partidos de máxima presión aún no dio la sensación de poder competir. El equipo catalán gastó toda la pólvora de la semana en el primer partido y los de Bartzokas se aprovecharon de ello para acabar llevándose el encuentro por 95-74 liderados por Fournier, Vezenkov y McKissic

Moustapha Fall y Yousupha Fall luchan por un balón
Moustapha Fall y Yousupha Fall luchan por un balónEFE

Nerviosismo e imprecisiones

Empezó muy bien el Barça, metido en el encuentro tanto en el aspecto ofensivo como defensivo en unos primeros minutos donde el acierto desde la media distancia resultó ser clave para los catalanes, que se colocaron con una ligera ventaja tras haberse disputado apenas tres minutos con unos destacados Kevin Punter y Jabari Parker (4-8).

A partir de entonces, un par de desconexiones del Barça hicieron que Olympiacos igualara el marcador (13-13) antes de dar pie a unos minutos de auténtica locura y precipitación en ataque de los de Peñarroya, que tras varias pérdidas consecutivas, encajó un parcial de 8-0 para acabar el primer cuarto con cuatro puntos de desventaja (21-17).

Fournier ante Punter
Fournier ante PunterEFE

Caos en la pista

El inicio del segundo envite no fue el que el Barça deseaba, en el que siguió tomando decisiones precipitadas en ataque y se vio superado por un McKissic imparable que, en un par de acciones situó nueve puntos en su casillero personal ampliando un parcial de 11-0 de los griegos que se rompió gracias a dos puntos de Darío Brizuela (25-19).

Y es que el exterior americano del Olympiacos campó como quería por la zona mostrando un poderío físico que hizo que el Pabellón de la Paz y la Amistad corease su nombre al unísono, mientras que el Barca, en un falso amago de despertar en el partido, vio como la diferencia se iba por encima de los 10 puntos (37-26) antes de reducir el déficit al descanso (44-36).

Por Berutti

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